“Desconfía de quién te besa con los ojos abiertos.” No recuerdo cómo me llegó ese aviso. Suelen olvidarse los buenos consejos, y mucho más cuando el amor te lleva en volandas, te ciega.
¿Quién es capaz de besar con la vista afuera? ¿Quién puede prestar atención a otra cosa que no sea la pasión que corre por dentro?
Nunca circularon por mi mente esas preguntas. Es una lástima, ahora las tendré siempre presentes. No sé si me cegaré de nuevo, si apagaré esta desconfianza que ha puesto un punto de inflexión en mi vida.
Ella era todo lo que yo había soñado. Un sueño que se desvaneció, pero que mientras duró se mantuvo puro, vibrante en la realidad de mis sentidos.
Ella miraba la mar mientras me besaba. Y la mar se la llevó.
01 September, 2009
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