17 December, 2009

AMOR PERPETUO (Perteneciente a "Canciones esperando banda de rock")

Quiero tener el tiempo siempre conmigo.
Quiero atrapar la vida entre las manos.
Quiero coger el sentimiento de mi alma.
Quiero hacer el amor perpetuo.

Quiero ver siempre la luna.
Quiero que el sol nunca me ciegue.
Quiero pisar firme el suelo.
Quiero ver el mejor azul del cielo.

Cuando nunca el reloj marque.
Cuando se escurra la vida entre mis manos.
Cuando no haya esperanza en el corazón.
Entonces sólo habrá vacío lleno.

Cuando el infinito sea oscuro.
Cuando no haya nada iluminado.
Cuando mis pasos no dejen huella.
Entonces estaré muerto.

Quiero sentir el placer de cada nuevo día.
Quiero la eterna magia de la noche.
Quiero beber el agua que corre.
Quiero soñar con algo mejor.

Quiero la sonrisa de mis amigos.
Quiero el más dulce beso de mujer.
Quiero atrapar emociones con palabras.
Quiero hacer el amor perpetuo.


Cuando la mañana me duela.
Cuando la noche aparezca sin duende.
Cuando el agua esté embalsada.
Cuando Morfeo me de pesadillas.

Cuando las sonrisas sean de cartón.
Cuando beso y piel ya no estén.
Cuando las letras no puedan decir nada.
Entonces estaré muerto.

01 December, 2009

Perteneciente a mi obra "Cuentos veloces" (de pronta aparición)

‘Hoy podría morir’, se dijo al despertar.
Entonces pensó y pensó qué hacer con ese día… El día pasó, y volvió a echarse a dormir.
La vida seguía su curso. ‘Hoy podría morir’, volvía a decirse cada mañana. Y pensaba…
Un día se despertó y se dijo: ‘Hoy podría vivir’
Lamentable y accidentalmente, ese día murió.

11 November, 2009

Del otro lado

Cuando me echo a dormir…

Sin saber cómo ni por qué, sin pretenderlo, entro en la otra parte de mi existencia. Aparezco del otro lado.
Me encuentro en una dimensión difícilmente definible. Atrás dejé los convencionales sentidos que me acompañaron. Ojos, orejas, nariz, boca, manos… mente y cuerpo, si de alguna manera estaban presos de este lado quieren ser libres del otro.
Me hallo en un mundo donde vive otro yo. Un yo incontrolable, imprevisible, impredecible… ¡Qué se yo! Perdidas las reglas y la razón quedaron.
A veces tormentosos, otras plácidos. Benditos o malditos. Breves o largos, interrumpidos o finalizados. Uno, dos, varios…Solapados, continuos… Mágicos, en cualquier caso.
¿Por qué es necesario este viaje diario?, me pregunto. Quizá, si no fuese así, si no pasase del otro lado, no podría descansar del peso de lo cotidiano, y entonces moriría por sobrecarga.
Los dos lados compensan la balanza del vivir. Mi vida los crea, los alimenta, los une y los separa.
La vida no es sueño, quien crea lo contrario se equivoca. La vida está partida en dos. De aquí estoy yo, mis sensaciones y deseos. De allí yo y mis sueños, queriéndome liberar.
Sin vida no podría soñar. Y sin soñar no podría vivir. Una asociación perfecta. Haz y envés de mi ser.
Sean pues bienvenidos los sueños. La vida también.

Mañana será otro día. Ahora, me echo a dormir…

03 November, 2009

Gris no es un color triste. (Incluido en el libro-anuario "Artelibre. Arte y Libertad IV)

Sueños frescos sobre el castillo. Limpiando mis pensamientos. Bullicio en el café. Melancolía en mi té.
Acabo de encender un cigarro. Intentando olvidar. Tomándome mi tiempo. La vida no es tan difícil. Un juego de niños si la miras desde arriba.
Puedo imaginarte allí. Sosteniendo esa bandera, sonriendo para mí. Sonriéndole al mundo.
Está lloviendo.
Estoy mirándote. Tú estás ondeando la tela. Riéndote ahora.
Gotas en la ventana.
Lágrimas de vida en mi alma.
Gris no es un color triste. ¿Verdad? Sólo el reflejo queda en tus ojos.
Ven aquí. Deshazte de tus inhibiciones. Saca a besos el infierno de mi.
Sintamos el brillo. Hazlo fácil, nena. Nada es realmente serio.
Sígueme el juego. Fuma de mí. Dame fuego. Baja del castillo. Es gélido allí afuera. Revíveme.
Ven a mí. Deja la bandera por sí misma. Ella nos saludará. Pon tus manos en mí. Abrázame fuerte. Hazme sentir. Coge todos los colores y pinta mi vida. Nuestra pasión tendrá energía suficiente para más de un arco iris. Déjame pintar el tuyo.

No quiero soñar más. Realidad, por favor.

21 October, 2009

La llegada de este otoño es la que, definitivamente, me ha traido estas palabras, esta reflexión, que mi mente creadora llevaba tiempo incubando...

El reloj de mi vida

Ahora siento cómo el tiempo me abandona. Parece que me habla, mientras el instante se va.
Mira el reloj de tu vida. Cada vez le queda menos arena arriba. Escucha cómo caen los momentos, apenas sin hacer ruido, apenas con un leve susurro. Ssssshhhhhh… Como el viento que sopla una espiga de trigo en un inmenso trigal.
Y mira cómo abajo se van amontonando, unos entre otros. Algunos se hacen notar, otros ni se perciben, confundidos entre el resto. No se aprisionan, no se molestan… Y los granos de arriba te parece que gritan ‘no dejes que caigamos sin sentido’. Pero no te alteres: sólo te parece, porque ellos caen así, sin más, casi silenciosos, sabiendo de su destino.
Así es. El resto es quimera, sueños imaginados, creados a veces. Toda la arena caerá. Y tu reloj agotará su tiempo. Y tu vida será tan sólo otro montoncito de arena.


Mi vida es la arena que cayo, la que caerá. La que quedará posada, casi imperceptible, en el suelo que alimentará el inmenso trigal de los hombres, a los cuales el viento del tiempo y su historia seguirá haciendo sonar.
Pero, la que más aprecio es la que cae ahora, mientras mis sentimientos hacen que el instante escriba estas palabras.

08 October, 2009

Gray is not a sad color

Fresh dreams over the castle. Cleaning my thoughts. Bustle in the café. Melancholy in my tea.
I’ve just lit a new cigar. Trying to forget. Taking my time. Life is not difficult indeed. A children’s game if you look at it from the top.
I can imagine you there. Holding that flag, smiling for me. Smiling at the world.
It’s raining.
Looking at you. You are fluttering the cloth. Laughing now.
Drops on the window.
Life-tears in my soul.
Gray is not a sad color. Is it? Only the reflection gets in your eyes.
Come here. Toss your inhibitions. Kiss the hell out of me.
Let’s feel the glow. Take it easy nena. Nothing is really serious. Play the game. Smoke from me. Light my fire. Come down from the castle. It’s freezing out there. Make me alive.
Come about me. Let the flag on its own. It will wave to us. Put your hands on me. Hold me tight. Make me feel. Take all the colors and paint my life. Our passion will be energy enough for more than one rainbow. Let me paint yours.

I don’t want to dream anymore. Reality, please.

19 September, 2009

The secret

Now I am going to confess to you my innermost secret.
I might have looked for another way of doing it: Trying to locate your telephone number, looking for you at one of your conferences or book presentations, meeting you and telling you face to face. But I have always felt incapable, I believe that I would not be able to bear it. Perhaps I am still a cowardly woman.
Today it is December 25th, your birthday; I do not know if you know it. Forty four years have already passed since that day. I have always imagined you on the day of your birthday: when you learned to walk, your first stammers and words, when I took you to school… Time cures all wounds, so they say. But the scar of having abandoned you has never stopped causing me pain, on this, of all days.
The worst thing has been to live concealing this pain. A pain that, like a ghost, has haunted me. Next to him, the guilt and shame.
At this stage I do not want to fall into sentimentalisms, and it would be worthless anyway. I am not going to redeem myself in front of you with this confession. But deep inside, something shouts at me that I have to tell you.
I want you to know that I was just sixteen. No, don’t think that I want to justify myself, excuses would be worth nothing, it would be stupid. I can only say that the situation overtook me. Difficult days they were, and your father… your father wanted to know nothing about it, he disappeared. I never heard from him again. I do not accuse him, not to anyone. If there is anyone to be accussed, that one is me.
With the years, one learns to forgive almost everything, so they say, but it is difficult to excuse myself. And, although I would like it that way, I don’t know if you would be able to forgive me.
To the ‘whys’ you ask I would not be able to give good answers, I have never found them myself.

Conscience keeps gnawing at me when I read in your books: born the 5th of January. If I could only go back!
Fortunately you are all right; this should comfort me. You are a well known and respected writer. I’ve read your novels, and I should tell you that I like Fraser very much. He is a lovely explorer, fragile and strong at the same time, a character that manages to make fun of his setbacks and to come out of everything a winner. Are you the one that stands behind, Jorge? I am delighted with the great imagination that you have, how you create those so extraordinary worlds with such unexpected situations.
I kept track of you. And you cannot imagine the awe that I felt when I saw you in that television interview. Your words, your gestures, your face... I must thank God for your success.

I am also all right. I live with Juan, my husband. We don’t have children. The truth is I was the one that never wanted to. "Am I fit to be a mother?", I asked myself. "No, I was already a mother. I am a mother without a son", I answered. And in that way life was passing by. I met Juan more or less when I was the age that you are now, when my rejection toward men was already disappearing. The fear of becoming pregnant also disappeared when Juan, fearful of my rejection, confessed to me that he was sterile. I looked him in the eye, fixedly, I embraced him and, almost crying, I said to him that the important thing is our love. He never knew my secret, nor that his confession soothed me deeply, and made me decide to join my life to his.

So, Jorge, next month I will be sixty years old, and at this age one comes into question how much life is left. So here you have my secret. I want you to keep it, to understand it as a token of the love I have always felt for you.

Sonia, your biological mother.

12 September, 2009

perteneciente a la obra "Cuentos veloces" -INÉDITA-

Nadó y nadó, tanto que al salir de la piscina le sobraba el aire.
Marchó al mar y desapareció.
Se convirtió en pez.

01 September, 2009

Besos deshonestos

“Desconfía de quién te besa con los ojos abiertos.” No recuerdo cómo me llegó ese aviso. Suelen olvidarse los buenos consejos, y mucho más cuando el amor te lleva en volandas, te ciega.
¿Quién es capaz de besar con la vista afuera? ¿Quién puede prestar atención a otra cosa que no sea la pasión que corre por dentro?
Nunca circularon por mi mente esas preguntas. Es una lástima, ahora las tendré siempre presentes. No sé si me cegaré de nuevo, si apagaré esta desconfianza que ha puesto un punto de inflexión en mi vida.
Ella era todo lo que yo había soñado. Un sueño que se desvaneció, pero que mientras duró se mantuvo puro, vibrante en la realidad de mis sentidos.

Ella miraba la mar mientras me besaba. Y la mar se la llevó.

17 August, 2009

THE LETTER

It is not usual for me to wake up in the middle of the night shaking from a dream and decide to jump at the paper to write it down or at least take some notes. And this is not because, on the exceptional occasions when a worthwhile dream ever crossed my mind I was too lazy to break my sleep and do it. Probably this is not right for a person who tries to live his life like a writer, but I must confess that I’m not an industrious one. Last night was different because this was the dream of my life, the dream to end all dreams. The dream that now is real and for sure is going to twist my ordinary world if I let it.
Thus, this morning at about half past three, I suddenly jolted awake from my bed and with that excitement still fresh I took the notepad and wrote: “It was so real, so believable. Original, authentic and different to others; the most corporeal I ever had. I was feeling its particular smell, the smell of money everywhere; too much money for me. Banknotes like wallpaper covering the walls of my room. A mosaic of coins for a floor. A ceiling with an enormous pound coin glowing like a big sun. Beautiful women with notes in their mouths and coins as nipples, throwing me out of bed because there was not enough space for all of us. I was at a party in a huge sumptuous hall full of old long-gone friends dressed like fashionable millionaires, dancing, smiling and shaking my hand. A luxury orchestra with my lost first love singing for me Mad about the boy... Boats, jets, cars... Sea, sun, amazing blue skies... And I wasn’t happy at all. Why has this dream left me shaking? Why was it so real?” Then I went back to sleep again with an anxious but contented smile.
Later that morning, before breakfast, I read again the words I wrote just hours before. I felt some kind of funny feeling, a premonition, but I smiled at my madness and forgot about it. After my sacred daily breakfast I pondered at my writing table for a couple of hours. Then shortly afterwards went to look at my mail. I could not believe my eyes. Something inside me experienced an extraordinary vertigo, a sort of sensation as if I was coming down a scenic railway. I was holding a letter it told me my dream had come true.

At this moment I’m scared, almost terrified. Writing these thoughts. Reading and re-reading the letter I now have in front of me makes me realise it is addressed to me. Trying to be conscious I’m not still dreaming. Pinching to reassure myself I’m wide-awake.
A normal person probably would be crying with happiness, phoning family and close friends, running to buy bottles of the most expensive champagne; making plans about buying a big new house, an exorbitant brand new car, exclusive holidays around the world; imagining hitting his boss, quitting his position and after that buying the whole damn company; sending precious jewels and posh presents to his lover, making love to his wife as it for the first time... Getting absolutely out of control.

Is this dream for me? Should I let it go?
Maybe you think I’m crazy but I’m scared, terrified. I’m feeling under threat. Should I remain as I was in the minutes before this letter came to my ordinary world? Should I forget about that dream that came true? But... How can I resist the scream of this enormous fortune?
Unexpectedly, money is yelling at my world with its irresistible and powerful voice. What should I do?

07 August, 2009

The end

- We are finished. This is finished.
- Why?
- I don’t really know but I think this is the end. We must accept it. Everything has its time.
- Don’t do it!
- There’s nothing we can do. All we have left is embers.
- Then why not add some kindling? Something to keep the fire alive, at least for a while.
- Why?
- Nobody likes endings.
- That’s true, but I have a smoke filled heart.
- Don’t you feel any pain?
- I feel lukewarm, tepid. Now I feel the flame is flickering but soon it will go out. The glow is only a fraction of time.
- I don’t want our love to flicker and die.
- Everything has a beginning and everything goes to an end.
- Jesus Christ! Let’s drop this crap. Sing that love song, that happy and sad song. Sing it, sing like you used to. Your spark might have gone out but mine is alive and well. Hold me!
- So... you still feel the glow?
- Kiss me.
- I don’t think it is going to be the same. With one spark alive and the other half dead what’s the...
- Kiss me! Kiss me love. Let my blaze engulfs you.
- So... you want to play that game? Questions, answers; answers and questions... and so on; until the end. Ok then, let’s try again to light the fire.
- Yes! Let’s do that.
- Spark?
- Flame.
- Fire?
- Blaze.
- Ember?
- Kindling.
- Glow?
- Passion.
- Warmth?
- Desire.
- ...And spark again!
- It was beautiful! Don’t you think?
- Yes, wonderful! Ok, love. We will need to find new sparks. And... the flame will be alive.
- How many ways do you think we can find?
- Time will tell.

And yet... One day...
- Kiss me! Kiss me love.
- We are finished. This is finished...

- Bye love. It was good to be here

16 July, 2009

El final

- Hemos terminado. Esto se acabó.
- Pero, ¿por qué?
- Realmente no sé, pero creo que este es el final. Debemos aceptarlo. Todo tiene su hora.
- ¡No lo hagas!
- No hay nada que podamos hacer. Todo lo que quedan son cenizas.
- Entonces, ¿por qué no añadimos algo más de leña? Algo para mantener el fuego vivo, al menos por un rato.
- ¿Por qué?
- A nadie le gustan los finales.
- Eso es verdad, pero tengo el corazón lleno de humo.
- ¿No sientes dolor?
- Me siento indiferente, templado. Siento que la llama está titilando, pero que pronto dejará de hacerlo. El brillo es sólo cuestión de tiempo.
- No quiero que nuestro amor titile y muera.
- Todo tiene un principio y va hacia un final.
- ¡Por Dios! Mandemos al carajo esta tontería. Canta esa canción de amor. Cántala, como solías hacer. Tu chispa se puede haber ido, pero la mía aún salta. ¡Abrázame!
- Así que… ¿tú aún sientes el brillo?
- Bésame.
- No creo que vaya a ser lo mismo. Con una chispa viva y la otra medio muerta…
- Bésame. Bésame amor. Deja que mi llama te envuelva.
- Así que… ¿Quieres jugar el juego? Preguntas, respuestas; respuestas, preguntas… suma y sigue, hasta el final. Está bien, intentemos entonces prender el fuego.
- Sí, vamos a hacerlo.
- ¿Chispa?
- Llama.´
- ¿Fuego?
- Flama.
- ¿Brasa?
- Leña.
- ¿Candela?
- Pasión.
- ¿Calor?
- Deseo.
- … ¡Y chispa de nuevo!
- ¡Fue maravilloso! ¿No crees?
- Sí, estupendo. Bien, cariño. Tendremos que encontrar nuevas chispas.
Y… la llama volverá a vivir.
- ¿Cuántas maneras crees que encontraremos?
- El tiempo dirá.

Y así, un día…
- ¡Bésame! ¡Bésame amor!
- Hemos terminado. Esto se acabó…

- Adiós amor. Estuvo bien estar aquí.

02 July, 2009

AZUL

Estoy mirando mis pantalones vaqueros; el anhelo y la frustración están contenidos en ellos. Estos vaqueros azules que el tiempo ha gastado. ¿Me dejarán las horas con la misma apariencia?
El cenicero está a tope. Estos días estoy fumando demasiado, sin acaso tirar las colillas. Necesito poner agua a la planta. La pantalla de televisión está llena de polvo. Voy a organizar mi colección de cds, quizá estén bien en orden cronológico. Los platos y cacharros se amontonan en el fregadero, tendré que lavar algunos, si es que quiero comer aquí. Esa camisa sobre la silla… creo que debería plancharla, colgarla bien al menos. También debería escribir una carta a aquella vieja amiga, contarle.
Doy vueltas a la casa y me entretengo con tareas mundanas. Cualquier cosa que me mantenga ocupado, lo que sea que ponga a descansar mis pensamientos. Pero enloquezco. Elisa tiene un bono libre. Entra y sale cómo y cuándo le place.
Ahora, me examino en el espejo. Estoy envenenado por la rabia. Escucho como me abofeteo la mejilla. Veo un yo impotente. El reflejo no me dice nada. Elisa acorrala mis pensamientos. Cierro los ojos y su cara me sonríe. Sus labios desdeñosos, irresistibles. Labios que nunca podré besar.
El cenicero está lleno otra vez. Realmente no me gusta fumar, no creo. ¿Por qué lo hago? Definitivamente, necesito poner algo de agua a aquella señorita verde. La televisión sirve para nada. Voy a tirarla por la ventana en vez de quitarle el polvo…

He decidido salir a la calle. Un vigoroso paseo seguro que me hará ver la bondad del mundo.
La hierba está verde, fresca. Sentado aquí abajo siento el sol en la cara, templando mis entrañas. Por un instante casi la olvido. ¡Si la pudiera hacer desaparecer por siempre de mis pensamientos!

Comienzo a caminar de nuevo cuando un viejo amigo del colegio me saluda con la mano. Le devuelvo el saludo como si todo estuviera bien. Es curioso, pienso, cómo uno puede disimular. Si Alberto –así se llama- se hubiera parado para charlar conmigo, estoy seguro que no habría adivinado mi angustia. El amor no se muestra como una erupción en la piel; puedes estar sufriéndolo y nadie se entera. Incluso no puede ser diagnosticado. Quizás el mismo Alberto tenga el virus.
“Nosotros no elegimos enamorarnos”, le digo. “¡Dale un poco de felicidad a este pobre hombre!”, le suplico. Ella no escucha. “¿Conoces mi dolor?” Quiero gritarle. En este punto el amor está muy cerca del odio.
Siento como una bulliciosa soledad en mi interior, una enmarañada locura. Un corazón desesperado gritando. Esta ingrata pasión está sangrando.
¡Qué estupidez amar a quién no puedo tener, a quién nunca tuve!
Con mi orgullo y con mi hombre va la herida.
Y, aún así, caminando… llevo la desilusión en mis zapatos.
Siento que pierdo mis calles, mi casa, mi identidad. Un mundo turbio me envuelve. El amor lo ciega todo, todo lo confunde.
Tu distancia me estrangula. Estoy llorando lágrimas de muerte.
Quiero desaparecer, caminar y caminar, por siempre hasta el final. ¿Hay acaso alguna otra esperanza a la que agarrarme?

Azul e inescrutable. Tú me has visto nacer. Tú me has traído aquí. Tan lejos.
Estoy perdido. ¿Te importaría guiarme? Por favor, dime que lo harás. ¿Sería posible que no me lo negaras?
No digas palabra alguna. Mantén tu silencio.

Y estaré allí, en algún lugar.
Y caminaré. Mis manos en los bolsillos, esperando las tuyas.

Soñando como un loco en días interminables, llenos de nada.
El tiempo se me escapa entre los dedos. Sin caricias, se me va.

Te amo azul.
Senderos. Algunas veces subo, otras bajo.
Caminando.
¿Cómo podría olvidar?
Dame fuerzas para… caminar.

Tu marca permanecerá imborrable. Un dolor oculto.
Un sentimiento insondable.
¿Fue mejor ayer?
Lo mismo.
Azul.

03 June, 2009

El artista que llevamos -introducción, artículo, clase y borrador de parte del manual en elaboración-.

Arte: del latín ars, significa habilidad.
Habilidad: capacidad y disposición para algo.
Definiciones dadas según el Diccionario de la Real Academia Española.

Como escritor, consulto el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española frecuentemente. Es una herramienta de trabajo que me ayuda, utilizo, y a la que me dirijo cada vez que quiero acercarme al significado de tal o cual palabra. Pero en numerosas ocasiones se me ha quedado corta la acepción o acepciones que la Academia ofrece para lo que quiero expresar con la palabra en cuestión, la cual me lleva a otra que vuelve a suscitar mi duda. Y entonces vuelvo a consultarlo, y ésta incluye otra cuyo significado me provoca una nueva necesidad de búsqueda… Y así, o bien decido dar por válido lo que los académicos han designado, o bien intento hallar mi propia combinación de palabras que den sentido y me acerquen más a lo que deseo comunicar.
Convengamos pues, para simplificar la tarea de introducirnos en el arte de la Creación Literaria, en aceptar las primeras acepciones de arte y, en consecuencia, de habilidad, que la Academia nos ofrece.
Usando estas acepciones, está extendida la idea de que el artista nace artista, que viene al mundo tocado por una gracia divina y dotado con la sensibilidad y las habilidades necesarias para el arte, siendo harto difícil sino imposible dotar de esta capacidad a quien no la posee. Ante esto, una sencilla pregunta podemos hacer a los que así opinan: ¿Quién no era creativo en sus juegos infantiles?
En la niñez todos tenemos la necesidad de jugar, y mediante el juego descubrimos y nos hallamos en nuestro entorno. El juego en la infancia es necesario para formarse intelectual, emocional y socialmente, y es una manera en que se desarrollan tanto la creatividad como las habilidades para entender y relacionarse con el mundo que nos rodea. La creatividad es innegable en la infancia, y esto es porque nuestra mente lógica (hemisferio izquierdo del cerebro) aún no se ha desarrollado, predominando la parte imaginativa y creativa (hemisferio derecho). El sistema educativo incide mayormente en las matemáticas, la lógica y el lenguaje, por lo que durante nuestra educación, crecimiento y desarrollo personal vamos dando cabida a reglas y normas, a lo que venimos a llamar “más sensato”, y con esto bloqueamos esa habilidad y energía creativa, tomando así una u otra dirección “más razonable” para nuestra vida. Esto nos lleva a pensar que lo que estamos haciendo es sobrecargar las funciones del hemisferio izquierdo, debido precisamente a la discriminación que hemos venido dando a las funciones del derecho, a nuestra capacidad imaginativa y creativa. Y esto nos hace perder esa habilidad creativa, artística, con la que nacimos, y la posibilidad de escapar con ello de lo dogmático. En definitiva, nos limita el ser más libres y felices, como lo éramos en la niñez. Nuestra vida suele llenarse de estrés, lo que paradójicamente resulta ser menos razonable y sensato.
Posiblemente, muchos recordamos que mientras jugábamos en nuestra infancia pasábamos por diferentes etapas de “lo que queríamos ser de mayores”. Pocos de nosotros hemos llevado a cabo aquellos deseos; nuestra educación, circunstancias y desarrollo personal han sido los que poco a poco nos han inclinado hacia una u otra profesión. Y una vez asentados en ésta, hemos ido ejercitando nuestro cerebro para las habilidades que cada día nos conlleva Y la rutina ha sido la encargada de ir aletargando nuestra capacidad creativa.
A lo largo y ancho del planeta hay personas en las que la parte izquierda del cerebro predomina en su actividad, y hay otras (las menos) en las que lo hace la derecha. Lógicamente, ni un extremo ni el otro deben ser considerados como buenos. Lo ideal sería buscar un equilibrio; dejar que la energía psíquica fluya por ambas partes, que tanto la lógica (izquierda) como la imaginativa-creativa (derecha) puedan interactuar y complementarse.

La diferenciación de las funciones de los hemisferios cerebrales se la debemos a Rogert Wolcott Sperry, ganador del premio Nóbel de Medicina en 1981. Éste científico utilizó como sujetos de su investigación a enfermos gravemente incapacitados y afectados de epilepsia, a los que como último recurso se les había seccionado el cuerpo calloso, es decir, el sistema de interconexión entre los dos hemisferios cerebrales. Sperry observó que, aunque los enfermos caminaban, hablaban, comían y aparentaban normalidad, sus hemisferios tenían diferentes funciones. La mano y el ojo derecho podían nombrar un objeto, pero el paciente era incapaz de explicar para qué servía el objeto en cuestión, por otro lado, no podía nombrar el objeto cuando lo hacía con la mano y el ojo izquierdo, pero si que podía explicar su uso. Las investigaciones trajeron cómo conclusión que las funciones realizadas por el lado derecho del cuerpo son dirigidas y controladas por el hemisferio izquierdo, y viceversa, y que el lenguaje es una función predominante del hemisferio izquierdo. Se dedujo que el hemisferio izquierdo está especializado en las funciones verbal y analítica, mientras que el derecho en las no verbal y de percepción global.
Estos descubrimientos trajeron consigo nuevas investigaciones, en las cuales se fueron definiendo las funciones de cada hemisferio
Rogert W. Sperry dijo: “La cuestión es que parece haber dos modos de pensamiento, verbal y no verbal, diferenciadamente representados en el hemisferio izquierdo y derecho respectivamente, y nuestro sistema educativo, a la vez que la ciencia en general, tiende a despreciar la forma no verbal de inteligencia. Esto viene a decir que la sociedad moderna es discriminatoria hacia el hemisferio derecho.” Roger W. Sperry ”Lateral Specialization of Cerebral Function in the Surgically Separated Hemispheres”, 1973

Personalmente creo con firmeza en la idea de que uno no nace artista, simplemente tiene la necesidad de entenderse, situarse en el mundo que le rodea y comunicar su sentir a los demás. Y es día a día que se ejercita en esta necesidad comunicativa, llegando a hacerse un experto en la materia. De esto, además de explorar en el entendimiento, extrae un inigualable estado de placer y felicidad. Por otro lado, he observado a personas negativas, con tendencias autodestructivas, precisamente porque encuentran estresante y rutinario su trabajo y vida. Y entiendo esto debido a que ponen freno a su imaginación, a su parte creativa, a sus habilidades artísticas. Al contrario que éstas, he conocido a otras que o bien consiguen introducir creatividad en su rutina laboral o, si esto no les resulta posible, desarrollan una actividad creativa al margen, tanto por su propia cuenta como asistiendo a talleres. Estas personas suelen resultar más equilibradas (más inteligentes emocionalmente), más sanas tanto física como psíquicamente, debido a que en su espacio y tiempo de creatividad han logrado relajarse, ir al encuentro del artista que llevan dentro, y así sacar afuera sus sentimientos, sintiéndose contentos y, en definitiva, libres.
A mi entender, apoyando las palabras del Doctor Sperry, la sociedad actual continúa reprimiendo en gran medida las iniciativas creativas, provocando esto tensiones internas y, por consiguiente, ansiedad, agresividad… que derivan en patologías tanto psicológicas como fisiológicas. Cuerpo y mente van íntimamente relacionados, ya se sabe.

Estoy convencido, y yo así lo vivo, de que la creatividad es una de las mejores formas de encontrar la felicidad. El arte nos acerca a una especie de energía divina en encuentro con lo más profundo de nosotros mismos.

Muchos son los que han escrito sobre las capacidades terapéuticas del arte y, en nuestro caso, de la Creación Literaria. El padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, era partidario de la idea de que los niños repiten en sus juegos cualquier cosa que en sus vidas les ha causado gran impresión, superando de esta manera la situación, y que, del mismo modo que en los juegos de la infancia, el escritor escribe sobre algo que le ha causado gran impresión en su vida para así superar la situación.
Debido a que la capacidad lingüística se haya ubicada en el hemisferio izquierdo y la creativa en el derecho, debemos considerar al arte de la Creación Literaria como capaz de equilibrar ambos hemisferios. Tanto la parte lógica como la creativa son ejercitadas en el arte de la escritura, consiguiéndose así un balance entre lo lógico (el lenguaje y sus reglas) y lo emocional.
Mediante la escritura nos situamos para entendernos a nosotros mismos y nuestro mundo, lo cual incidirá en un mejor ser y estar en nuestra vida.

La internacionalmente conocida escritora y profesora de escritura creativa Julia Cameron, en su libro “The artist’s way”, El camino del artista, es defensora a ultranza de la idea de que todos somos creativos, que llevamos un Dios creador dentro. En este su libro-curso intenta sacar esa energía creativa del lector-estudiante mediante ejercicios que ella misma denomina de búsqueda de una “electricidad espiritual”. El primer principio básico en los que se fundamenta dice “La creatividad es el orden natural de la vida. La vida es energía: pura energía creativa”.

Los neurólogos están investigando y demostrado que, aunque nacemos con determinadas pautas de comportamiento (las cuales nos dotan física, mental y emocionalmente de instintos para sobrevivir), nuestro cerebro no es en absoluto estable sino maleable, capaz de desarrollar nuevas pautas de conducta, nuevas combinaciones de células nerviosas y neurotransmisores capaces de responder de manera diferente ante las situaciones.

Una vez más, esto nos lleva a pensar que todos somos creativos, todos llevamos un artista dentro, tan sólo tenemos que recobrarlo, sacarlo afuera y darle vida para que fluya libremente.

01 May, 2009

Líneas veloces

Siendo honesto, todo es perfecto en mi vida. Casa para descansar, mujer a quién amar, trabajo que me gusta hacer, dinero para gastar... No puedo quejarme. Tengo lo que siempre quise… Y un estupendo coche que conducir.
Las líneas blancas a mi izquierda corren veloces, pasando en una carrera hacia ninguna parte. Negro azulado a mi alrededor. Una noche perfecta para soñar. Rindiéndome a la música, mezclando ideas con hash y una taza de té. Todo es perfecto. Conduciendo.
No hace muchos minutos que decidí meterme en esta cápsula. Puertas cerradas. Cinturón de seguridad puesto. Llave insertada. Luces encendidas. Volante firmemente agarrado. Motor arrancado. Y despegando…
Me siento como Dios. Poderoso, lleno de pasión y fuerza. Muy elevado, desde el alma a la piel. Puedo presionar el acelerador si quiero; mis ojos guían el camino.
No quiero parar, pero sé que la gasolina se terminará. Todo es finito. Así es. En cualquier caso, no me preocupa.

De repente, no sé dónde estoy. Tampoco dónde voy. Un escalofrío me recorre el cuerpo. No me importa. La libertad puede más. Pero, no sé por qué estoy aquí. No tengo miedo. Hasta el final de las líneas.
Estoy perdido. ¿A quién le importa?

14 April, 2009

La carta

No me es habitual despertar en mitad de la noche agitado por un sueño y decidirme a saltar sobre el papel para escribirlo, o para al menos tomar algunas notas. Y no es así porque, en las raras ocasiones en que un sueño que consideraba merecía la pena cruzó mi mente, fui demasiado perezoso para romper mi descanso. Probablemente esto no es apropiado para alguien que intenta vivir su vida como escritor, y en este punto debo confesar que no soy lo suficientemente responsable con mi quehacer. Pero la pasada noche fue diferente porque tuve el sueño de mi vida, el sueño que acabará con todos los otros sueños; el sueño que ahora aparece real y que, si lo dejo vivir, de seguro va a dar un giro a mi mundo ordinario.
Esta madrugada, a eso de las tres y media, salté de repente de la cama, y con la excitación aún viva cogí el cuaderno y escribí. Era tan real, tan creíble, original, auténtico y diferente a otros; el más corpóreo que nunca he tenido. Sentía su particular olor, el olor del dinero por todas partes; demasiado dinero para mí. Los billetes, a manera de papel pintado, cubrían las paredes de mi habitación. El suelo estaba formado por un mosaico de monedas. En el techo un gran euro brillaba como el sol. Preciosas y sensuales mujeres con billetes en la boca y pezones-moneda me empujaban fuera de la cama porque no había suficiente espacio... Parecía que había una fiesta en un suntuoso y lujoso salón lleno de viejos amigos, vestidos como millonarios, bailando, sonriendo y felicitándome. Una extraordinaria Big Band tocaba, y mi perdido primer amor cantaba para mi Mad about the boy. Barcos, aviones, coches…Mar, sol, maravillosos cielos azules… Y no me sentía feliz del todo. ¿Por qué me ha dejado tan agitado este sueño? ¿Por qué era tan real? Y después volví a la cama a dormir con una sonrisa ansiosa y contenida.
Ya en la mañana, antes del desayuno, leí de nuevo esas palabras que había escrito pocas horas antes. Sentí algo muy raro, una premonición, pero sonreí a mi locura y quise olvidarme de ello. Tras desayunar me dirigí a mi estudio para escribir durante dos horas. Poco después me dispuse a leer el correo del día. Mis ojos no podían creerlo. Algo dentro de mí experimentó un extraño vértigo, una sensación como si estuviese bajando en una montaña rusa. Estaba sosteniendo una carta que me decía que mi sueño se había cumplido.
En este momento tengo miedo, estoy aterrorizado mientras escribo estos sentimientos. Leo y releo la carta que tengo enfrente. Me aseguro de que lleva mi dirección, que realmente es para mí. Intento ser consciente de que no estoy aún soñando. Me pellizco para asegurarme que estoy despierto.
Otra persona probablemente estaría llorando de alegría, telefoneando a familia y amigos íntimos, yendo a comprar algunas botellas del champán más caro, haciendo planes para comprar una casa nueva, un estupendo coche, unas exclusivas vacaciones alrededor del mundo; imaginándose abofeteando a su jefe, abandonando su puesto de trabajo y comprando después toda la maldita compañía, enviando preciosas joyas y lujosos regalos a su amante, haciendo el amor a su esposa como la primera vez… Perdiendo completamente el control.
¿Es este sueño para mí? ¿Debería dejarlo correr?
Quizá pienses que estoy loco. Lo que tengo es miedo, estoy aterrorizado. Me siento amenazado. ¿Debería permanecer como estaba minutos antes de que esta carta irrumpiese en mi mundo ordinario? ¿Debería olvidar todo este sueño que se viene a la realidad? Pero… ¿Cómo puedo resistir el grito de esta enorme fortuna?
Inesperadamente, el dinero está llamando a mi mundo con su irresistible y poderosa voz. ¿Qué debería hacer?

23 January, 2009

Hacer, deshacer.

¿Sabes?, los culpables son ellos. Si no fuera por ellos, por lo que dicen… todo sería diferente. Quieren hacerte ver, a su manera. Creen que hacen bien. Pero hacen daño.
Uno mira, escucha, lee… y piensa y dice: claro, así es. Y se replantea la situación. Y entonces lo echa todo a perder.
Antes era diferente. No pasaba esto. Uno sabía lo que debía hacer y, aunque tenía sus crisis, lo hacía. Ahora, más que saber lo que hacer, uno sabe lo que deshacer. Antes era más… cómo decirlo… más inocente.
Y claro, uno cae en la trampa y lo manda todo al carajo. Y, de esa manera, se manda él mismo también.
Pues no les hagas caso.
Sí, claro, es fácil decirlo, hacerlo es lo complicado.
Haz lo que creas que debes hacer. Y aférrate a ello como a una verdad absoluta. Tu verdad. Sin importarte nada, nadie.
¿Y entonces qué? ¿Me encierro en mi mismo?
Puedes ser sordo.
Sí, claro, y mudo, y ciego... Y entonces… ¿cómo me sumo a la vida? Soy un ser social. No creo que pudiera ser un ermitaño.
Pues vete a vivir a la selva, con los animales, o con alguna tribu salvaje.
Sí, con los animales quizás estaría mejor.
Anda, anda, déjate de tonterías. Cambia de canal y busca otra cosa. Intenta no hacer mucho caso a cómo enseñan a deshacer.

Una semana después, mi amigo dejó la televisión, la radio y un montón de periódicos junto al contenedor de basura. Días más tarde desapareció, sin dejar rastro.