21 October, 2009

La llegada de este otoño es la que, definitivamente, me ha traido estas palabras, esta reflexión, que mi mente creadora llevaba tiempo incubando...

El reloj de mi vida

Ahora siento cómo el tiempo me abandona. Parece que me habla, mientras el instante se va.
Mira el reloj de tu vida. Cada vez le queda menos arena arriba. Escucha cómo caen los momentos, apenas sin hacer ruido, apenas con un leve susurro. Ssssshhhhhh… Como el viento que sopla una espiga de trigo en un inmenso trigal.
Y mira cómo abajo se van amontonando, unos entre otros. Algunos se hacen notar, otros ni se perciben, confundidos entre el resto. No se aprisionan, no se molestan… Y los granos de arriba te parece que gritan ‘no dejes que caigamos sin sentido’. Pero no te alteres: sólo te parece, porque ellos caen así, sin más, casi silenciosos, sabiendo de su destino.
Así es. El resto es quimera, sueños imaginados, creados a veces. Toda la arena caerá. Y tu reloj agotará su tiempo. Y tu vida será tan sólo otro montoncito de arena.


Mi vida es la arena que cayo, la que caerá. La que quedará posada, casi imperceptible, en el suelo que alimentará el inmenso trigal de los hombres, a los cuales el viento del tiempo y su historia seguirá haciendo sonar.
Pero, la que más aprecio es la que cae ahora, mientras mis sentimientos hacen que el instante escriba estas palabras.

1 comment:

Anonymous said...

Muy bueno Manu.Sinceramente conmovedor.
Espero que mantengas esta inspiración en todas las estaciones del año,(supongo que es complicado)porque leer estas cosas es maravilloso.